drogaron las cadenas para q no sepan q son cadenas,
y ataron al arbol, para q cresca en un solo lugar,
amartillaron las leyes a la tierra que no inventaron y escibieron el destino
para q nadie lo vuelva a inventar
quien no remarca los versos del alma, y cree en que merecen ser guardados
para extinguirse en el orgullo del loco, el cofre del aislado
resignacion tras ser derrotado, derrochado
de dientes que apretan hasta el estrugir del frio
la verguenza de quedarse callado, parado
mal abrigado, suelto sin rebaño
propio
quien caza con instinto
la sabiduria
propia
de su propia
vida
mundo anonadado, si es que sin alma se recuesta
a la orilla de sus piernas
tan fértiles
frágiles
como su voz y sus dientes
sin gritos clementes
hambre enferma
caricia de duelo
la piel bajo tela
el sueño se entrega en mi suelo
no es suicidio
morir
por
decir
no
lo es vivir
sin
decir
basta
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