Y no son mas las garras que arañan el resto
Enfadado en la convulsión normal del miedo
Descanso sobre aquel puente descalzo
Mirando pasar la corriente luego del mal tiempo
Arrastrando las ramas caídas en vela
Y oscureciéndose en fuerza con tierra
Y si talvez calmara el río
Protegerme bajo el puente
Y escuchar las últimas gotas
Que sin fuerza caen muertas
Acarician el pasto
Y lo hacen bailar
El viento anuncia el cese de la metáfora
Y arrastra consigo el clima de desaliento
Vuelve a pintarse celeste el cielo
Ya no tiene sentido aquel improvisado refugio
Es más fácil secarse los ojos fuera
Al descubierto
Aquella libertad sin techo propone paisajes demasiado hermosos para no verlos, y aunque llueva a veces como la puta madre, y nos empape, para secarse, hay que andar.
Ninguna lluvia es
Lo suficientemente cruel
Para olvidar
Un paisaje
Para la Adruuu!!!
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