Y no son mas las garras que arañan el resto
Enfadado en la convulsión normal del miedo
Descanso sobre aquel puente descalzo
Mirando pasar la corriente luego del mal tiempo
Arrastrando las ramas caídas en vela
Y oscureciéndose en fuerza con tierra
Y si talvez calmara el río
Protegerme bajo el puente
Y escuchar las últimas gotas
Que sin fuerza caen muertas
Acarician el pasto
Y lo hacen bailar
El viento anuncia el cese de la metáfora
Y arrastra consigo el clima de desaliento
Vuelve a pintarse celeste el cielo
Ya no tiene sentido aquel improvisado refugio
Es más fácil secarse los ojos fuera
Al descubierto
Aquella libertad sin techo propone paisajes demasiado hermosos para no verlos, y aunque llueva a veces como la puta madre, y nos empape, para secarse, hay que andar.
Ninguna lluvia es
Lo suficientemente cruel
Para olvidar
Un paisaje
Para la Adruuu!!!
lunes, 30 de junio de 2014
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Crímenes Debajo
Y que los crímenes de los aires que escapan por las bocacalles de las avenidas no nos quiten el sentido, así no nos cementa en el silencio y la ebullición de los pasos deja de ser un coro danzante a las causas de dichos crímenes, en ese aire, tan pesado de respirar, y arrastrado por las columnas de los muertos que nacen en las profundidades y escupe el subte en Constitución. Cuando las coreografías son tan organizadas, y pocos pierden el paso justo, exacto, el único, el que quieren, los crímenes ordenar, el tiempo efímero lo gobierna todo sin pudor, para que las costumbres se conviertan en costumbres y nadie lo note: la naturalización exacta de los crímenes. Tu lugar es tu lugar y toda protesta será sublimizada en el mar de las mentiras orgánicas. ¿Por qué? Porque sí, y nada más da.
Y cuando la vidriera vacía te conforme, existirán algo nuevo, y si no lo deseas, te harán creer que si. Elegir día tras día otro vaso vacío sin fondo, imposible de llenar, solo para llenarlo, es ejercer crimen. Conformarse, simplemente es, olvidar, deseos.
Y los crímenes están en todos lados, aunque parecieran no ser vistos, aunque se sorprendan de ver sangre en los medios, y sangre y mucha mas sangre. También se halla sangre debajo del despertador sincronizado del obrero, debajo del libro de historia del pequeño estudiante, debajo de los dogmas que el disiplinamiento ordena, debajo del espejo de la mujer adolescente, debajo de las palabras del arrogante, debajo de los discursos tan vaciamente convincentes, debajo de las ideas sectoriales, debajo de la falsa solidaridad de la ciega que cree que comete dulzura legitimando la indigencia, debajo de los altares, debajo de la ignorancia programada, debajo del “no se puede”, debajo del “no se debe”, debajo del “ya es así” , debajo del “bancá un poco más”. Pero la peor sangre, es la de debajo de los ojos de quienes no ven el crimen, y solo lo creen como desesperados ejerciendo la clemencia que el sistema violenta.
Creer en estos crímenes enseña rabia, y posiblemente podamos hacer algo con ella, descreerlos y creer en el orden social, mas que crimen, es un suicidio en masa.
Y cuando la vidriera vacía te conforme, existirán algo nuevo, y si no lo deseas, te harán creer que si. Elegir día tras día otro vaso vacío sin fondo, imposible de llenar, solo para llenarlo, es ejercer crimen. Conformarse, simplemente es, olvidar, deseos.
Y los crímenes están en todos lados, aunque parecieran no ser vistos, aunque se sorprendan de ver sangre en los medios, y sangre y mucha mas sangre. También se halla sangre debajo del despertador sincronizado del obrero, debajo del libro de historia del pequeño estudiante, debajo de los dogmas que el disiplinamiento ordena, debajo del espejo de la mujer adolescente, debajo de las palabras del arrogante, debajo de los discursos tan vaciamente convincentes, debajo de las ideas sectoriales, debajo de la falsa solidaridad de la ciega que cree que comete dulzura legitimando la indigencia, debajo de los altares, debajo de la ignorancia programada, debajo del “no se puede”, debajo del “no se debe”, debajo del “ya es así” , debajo del “bancá un poco más”. Pero la peor sangre, es la de debajo de los ojos de quienes no ven el crimen, y solo lo creen como desesperados ejerciendo la clemencia que el sistema violenta.
Creer en estos crímenes enseña rabia, y posiblemente podamos hacer algo con ella, descreerlos y creer en el orden social, mas que crimen, es un suicidio en masa.
viernes, 29 de abril de 2011
Mai
y las miradas fijas en un sobre,
vivir de compasiones detrás
de tu belleza acarisiando
el minutero
de esta noche de plastilina,
sin vapor para ocultarte
la razon de que te vea,
en pijama
leyendo los proverbios
de tu singular historia
vivir de compasiones detrás
de tu belleza acarisiando
el minutero
de esta noche de plastilina,
sin vapor para ocultarte
la razon de que te vea,
en pijama
leyendo los proverbios
de tu singular historia
lunes, 14 de marzo de 2011
improvisando...
drogaron las cadenas para q no sepan q son cadenas,
y ataron al arbol, para q cresca en un solo lugar,
amartillaron las leyes a la tierra que no inventaron y escibieron el destino
para q nadie lo vuelva a inventar
quien no remarca los versos del alma, y cree en que merecen ser guardados
para extinguirse en el orgullo del loco, el cofre del aislado
resignacion tras ser derrotado, derrochado
de dientes que apretan hasta el estrugir del frio
la verguenza de quedarse callado, parado
mal abrigado, suelto sin rebaño
propio
quien caza con instinto
la sabiduria
propia
de su propia
vida
mundo anonadado, si es que sin alma se recuesta
a la orilla de sus piernas
tan fértiles
frágiles
como su voz y sus dientes
sin gritos clementes
hambre enferma
caricia de duelo
la piel bajo tela
el sueño se entrega en mi suelo
no es suicidio
morir
por
decir
no
lo es vivir
sin
decir
basta
y ataron al arbol, para q cresca en un solo lugar,
amartillaron las leyes a la tierra que no inventaron y escibieron el destino
para q nadie lo vuelva a inventar
quien no remarca los versos del alma, y cree en que merecen ser guardados
para extinguirse en el orgullo del loco, el cofre del aislado
resignacion tras ser derrotado, derrochado
de dientes que apretan hasta el estrugir del frio
la verguenza de quedarse callado, parado
mal abrigado, suelto sin rebaño
propio
quien caza con instinto
la sabiduria
propia
de su propia
vida
mundo anonadado, si es que sin alma se recuesta
a la orilla de sus piernas
tan fértiles
frágiles
como su voz y sus dientes
sin gritos clementes
hambre enferma
caricia de duelo
la piel bajo tela
el sueño se entrega en mi suelo
no es suicidio
morir
por
decir
no
lo es vivir
sin
decir
basta
lunes, 7 de marzo de 2011
Al otro lado de la ventana
Tonos en miel
Abrazan el diminuto capullo
Abrigado en silencio, humo
Aromático, suelto
Descansando, flotando
En tibio hábitat nocturno
De crear
Sueño
Con tonos en miel
Abrazando capullos
Y hojas
Transpirando tinta
Y besos
Amando recuerdos
Rompe el silencio
El rugido del tren
Profeta de la madrugada
Quizás más que los pájaros
Cristalina mañana llegando a la estación
¿Viaje de ida o viaje de vuelta?
Materia prima del sueño a renacer
La cabeza colgando
Los pelos volando
Fuera de la ventana
Acarician
Libertad
Abrazan el diminuto capullo
Abrigado en silencio, humo
Aromático, suelto
Descansando, flotando
En tibio hábitat nocturno
De crear
Sueño
Con tonos en miel
Abrazando capullos
Y hojas
Transpirando tinta
Y besos
Amando recuerdos
Rompe el silencio
El rugido del tren
Profeta de la madrugada
Quizás más que los pájaros
Cristalina mañana llegando a la estación
¿Viaje de ida o viaje de vuelta?
Materia prima del sueño a renacer
La cabeza colgando
Los pelos volando
Fuera de la ventana
Acarician
Libertad
martes, 14 de septiembre de 2010
Payasos
(De frente al público, un solo foco desde arriba, nariz de goma, pintura corrida, en una pequeña silla miniatura, piernas abiertas, brazos sueltos, con crudeza y cansancio)
(Silencio)
Evidentemente, los payasos, no somos todos felices.
Si hacemos reír, es porque se nos vació el tanque de risa, entonces jugamos a que nos reímos, para contagiarnos del público. Y si lloramos, jamás lo haríamos en público, eso si que no, porque ahí si que el contagio podría ser peligroso. Pero es así. Un ida y vuelta, estúpido, pero alegre. Nos arrinconamos a la salida del circo a fumar, y esperamos pacientes nuevas carcajadas, de esas que son únicas, y así seguir un poco más, lo que se pueda. A veces tememos, por ahí el público no está de buen humor, y puede llegar a no reír, ni a inmutarse, ni a comprendernos, pero siempre algo se nos ocurre, si no es un truco, es el otro, y así volveríamos victoriosos otra vez a disfrutar nuestro estilo de vida.
Total, en el fondo somos todos seres humanos, somos todos seres humanos…
(Pausa)
Viajamos, por la única razón que después de un tiempo en un pueblo, solemos aburrirle a la gente, y el impacto de las risas ya no es lo mismo. Jamás se le puede quitar la magia a la primera vez, a la sorpresa, a la desvirgación para siempre, eterna, que marca una línea en el tiempo y divide lo espontáneo repleto de goce y la costumbre de la sonrisa automática. Nosotros estamos acostumbrados a nuestro trabajo, pero, para las personas, somos primeras veces, para las personas, siempre lo somos. Somos sorpresa, somos locura, somos lo prohibido, somos ficción, somos payasos.
Total, en el fondo somos todos seres humanos, somos todos seres humanos…
(Pausa)
Lo grandiosamente satisfactorio para unos, puede ser un calvario terrible para otros, eso nadie lo puede ver, porque nadie puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Simplemente nos dignamos a ver al vecino de enfrente desde nuestra vereda y sorprendernos con la nueva anécdota que aconteció, o el bigote del pelado que sorpresivamente se afeitó, o el nuevo perro que entró. Nos conformamos con el saludo, o alguna reverencia protocolar, el ambiente forzado al carisma, la indestructible sonrisa de la despedida, las personas de pié, los golpes de sus palmas en el coro del aplauso, y finalmente el adiós. En el contraste del silencio, limpiamos tristemente las gradas.
Total, somos payasos, en el fondo somos todos seres payasos…
Marco 4/9/10
(Silencio)
Evidentemente, los payasos, no somos todos felices.
Si hacemos reír, es porque se nos vació el tanque de risa, entonces jugamos a que nos reímos, para contagiarnos del público. Y si lloramos, jamás lo haríamos en público, eso si que no, porque ahí si que el contagio podría ser peligroso. Pero es así. Un ida y vuelta, estúpido, pero alegre. Nos arrinconamos a la salida del circo a fumar, y esperamos pacientes nuevas carcajadas, de esas que son únicas, y así seguir un poco más, lo que se pueda. A veces tememos, por ahí el público no está de buen humor, y puede llegar a no reír, ni a inmutarse, ni a comprendernos, pero siempre algo se nos ocurre, si no es un truco, es el otro, y así volveríamos victoriosos otra vez a disfrutar nuestro estilo de vida.
Total, en el fondo somos todos seres humanos, somos todos seres humanos…
(Pausa)
Viajamos, por la única razón que después de un tiempo en un pueblo, solemos aburrirle a la gente, y el impacto de las risas ya no es lo mismo. Jamás se le puede quitar la magia a la primera vez, a la sorpresa, a la desvirgación para siempre, eterna, que marca una línea en el tiempo y divide lo espontáneo repleto de goce y la costumbre de la sonrisa automática. Nosotros estamos acostumbrados a nuestro trabajo, pero, para las personas, somos primeras veces, para las personas, siempre lo somos. Somos sorpresa, somos locura, somos lo prohibido, somos ficción, somos payasos.
Total, en el fondo somos todos seres humanos, somos todos seres humanos…
(Pausa)
Lo grandiosamente satisfactorio para unos, puede ser un calvario terrible para otros, eso nadie lo puede ver, porque nadie puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Simplemente nos dignamos a ver al vecino de enfrente desde nuestra vereda y sorprendernos con la nueva anécdota que aconteció, o el bigote del pelado que sorpresivamente se afeitó, o el nuevo perro que entró. Nos conformamos con el saludo, o alguna reverencia protocolar, el ambiente forzado al carisma, la indestructible sonrisa de la despedida, las personas de pié, los golpes de sus palmas en el coro del aplauso, y finalmente el adiós. En el contraste del silencio, limpiamos tristemente las gradas.
Total, somos payasos, en el fondo somos todos seres payasos…
Marco 4/9/10
viernes, 16 de julio de 2010
poesía sin título
-->
Es más
la vida que sueño
que lo que sueño
en vida
Tropieza
cada búsqueda
si no busco
tropezar
Es torpe
mi entender
si al torpe
no lo entiendo
Si de verdad habla
el silencio
que griten
los sordos
su verdad
Es vaga en realidad
la sabiduría
si a la realidad
engaña
Traicioneras son
las lágrimas
si se secan
antes de caer
al mundo
Amo tanto
la vida que sueño
porque sueño
amar a la vida
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